Aquello de darle vueltas de 45 grados, a la derecha e izquierda, a la cazuela durante una hora para conseguir el perfecto pil pil, ya es historia. El cocinero José Luis Prados y el artesano Juan Ramón Soutullo, ambos de O Grove, tuvieron la feliz idea de diseñar un artilugio, que denominan "filipina", que hace el trabajo con mucho éxito.
La afirmación parte de los inventores que, por cierto, dicen que no quieren patentar el invento pero que se lo explicarán a todos aquellos que quieran copiarlo.
La afirmación parte de los inventores que, por cierto, dicen que no quieren patentar el invento pero que se lo explicarán a todos aquellos que quieran copiarlo.