La ciudad olívica retrocedió dos siglos atrás para celebrar por todo lo alto la derrota de los franceses a manos de las tropas de los héroes vigueses, La Reconquista. El Casco Vello se convirtió en escenario del bicentenario de esa gesta. Las calles y plazas fueron ocupadas por un mercadillo artesanal, por los juegos tradicionales y la música popular, mientras que los asistentes lucían vestimentas de 1800.