Terras Gauda pone en marcha nuevos proyectos de I+D+i coincidiendo con el 20 aniversario de su fundación. La bodega, que en dos décadas se ha posicionado como un referente en investigación y desarrollo para lograr mayor singularidad, ha recuperado la variedad autóctona Caíño Blanco, que estaba desapareciendo, lo que ha dado lugar a un estudio de I+D+i para determinar sus características vitícolas y enológicas como elemento diferenciador.
La bodega ha avanzado, además, en el estudio sobre tiempos y temperaturas de maceración del Albariño, Loureiro y Caíño Blanco y trabaja también en un proyecto de viticultura de precisión, que se materializará el próximo año con la utilización de tecnología GIS y GPS para realizar un seguimiento en tiempo real del estado de los viñedos y de las uvas.
El objetivo final es mejorar la calidad de la uva, ya que el estudio posibiliatará a Terras Gauda realizar un seguimiento inmediato del estado del viñedo, conocer la diferentes calidades momentáneas en cada parcela y escalonar la vendimia de forma precisa. Un paso más en este proyecto sería implantar sensores para uso enológico de la bodega con el fin de conocer determinados parámetros del vino en depósito en cada momento.
La bodega ha avanzado, además, en el estudio sobre tiempos y temperaturas de maceración del Albariño, Loureiro y Caíño Blanco y trabaja también en un proyecto de viticultura de precisión, que se materializará el próximo año con la utilización de tecnología GIS y GPS para realizar un seguimiento en tiempo real del estado de los viñedos y de las uvas.
El objetivo final es mejorar la calidad de la uva, ya que el estudio posibiliatará a Terras Gauda realizar un seguimiento inmediato del estado del viñedo, conocer la diferentes calidades momentáneas en cada parcela y escalonar la vendimia de forma precisa. Un paso más en este proyecto sería implantar sensores para uso enológico de la bodega con el fin de conocer determinados parámetros del vino en depósito en cada momento.