Las fuertes ráfagas de viento y las lluvias que han mantenido en alerta a la comunidad gallega han afectado a la estructura del Monasterio de Oia, que ha visto como un tramo de unos ocho metros de su muro ha sido derribado.
Las graves deficiencias de esta estructura amenazan con no ser el único destrozo del Monasterio, que nunca ha sido apuntalado ni sometido a proceso de retauración
Las graves deficiencias de esta estructura amenazan con no ser el único destrozo del Monasterio, que nunca ha sido apuntalado ni sometido a proceso de retauración