La Inspección de Consumo de la Junta de Andalucía ha detectado varias irregularidades en el etiquetado de las botellas de aceite de oliva virgen extra, ya que el producto contenido sería de una calidad inferior a la anunciada. La Administración andaluza asegura que no se trata de un fraude peligroso para la salud, si bien insiste en que, si se confirman las irregularidades, varias marcas serán sancionadas.
El presunto fraude es imposible de reconocer a simple vista, ya que la variación se detecta en los perfiles grasos o en la acidez.
El presunto fraude es imposible de reconocer a simple vista, ya que la variación se detecta en los perfiles grasos o en la acidez.