Bruselas acaba de autorizar los aceites de oliva desodorizados, decisión que el movimiento Slow Food critica porque, según asegura, “la normativa perjudica a los consumidores y a los productores honestos”. Los aceites que necesitan ser desodorizados son de baja calidad.
“Es una ley que va exactamente en dirección contraria a aquella que parecía querer sugerir la nueva PAC del Comisario Europeo de Agricultura. No se protege la calidad dañando de una manera tan grave una categoría, los productores honestos de aceite de oliva virgen extra, que en este momento está ya en grave dificultad”, asegura Carlo Petrini, presidente internacional de Slow Food.
La entidad pide que, al menos, se indique en el etiquetado que se trata de un aceite desodorizado “para poder proteger el derecho de los consumidores a la información y a la salud”, señala Petrini.
“Es una ley que va exactamente en dirección contraria a aquella que parecía querer sugerir la nueva PAC del Comisario Europeo de Agricultura. No se protege la calidad dañando de una manera tan grave una categoría, los productores honestos de aceite de oliva virgen extra, que en este momento está ya en grave dificultad”, asegura Carlo Petrini, presidente internacional de Slow Food.
La entidad pide que, al menos, se indique en el etiquetado que se trata de un aceite desodorizado “para poder proteger el derecho de los consumidores a la información y a la salud”, señala Petrini.