
La vendimia se ha adelantado este año una semana a las previsiones que se tenían debido al aumento de las temperaturas por la ola de calor de las dos últimas semanas, que han hecho incrementar los grados de alcohol potencial de las uvas muy deprisa. El ciclo de la vid se inició con una brotación más o menos temprana debido a que el invierno no fue muy riguroso. El desarrollo vegetativo del viñedo a lo largo del año ha venido marcado por una primavera fría y lluviosa que hizo estar muy atentos a fin de evitar infecciones de mildiu y un cuajado desigual en alguna variedad, aunque finalmente la producción será similar a la de otros años. El verano ha sido muy suave y fresco, pero a pesar de ello, los últimos calores han adelantado la maduración. Hasta el momento, la sanidad de la uva es excelente ya que las condiciones de temperatura y falta de lluvias de este último periodo han impedido la proliferación de la botritis.