Dentro de una
tendencia de creciente pérdida de dinamismo a lo largo de los meses, el año
turístico 2012 se cierra con un sustancial mejor balance de los destinos
vacaciones -concentrado en los destinos de Baleares y Canarias, frente a los
destinos urbanos, que sufren una generalizada e intensa caída de sus
rentabilidades. Los ingresos medios por habitación disponible (REVPAR) crecen
en 31 de los 50 destinos de sol y playa analizados en el Barómetro (un +3,1% de
media, lo que se sitúa 0,4 décimas por encima de la inflación, propiciando un
incremento del empleo turístico del +1,0%), mientras en 47 de las 54
principales ciudades españolas bajan los ingresos (un -4,6%, acompañado de una
caída del empleo turístico del -3,8%).
La capacidad de
generación de empleo del turismo se ha resentido por el deterioro de sus
resultados empresariales, hasta acabar 2012 con un nivel de afiliados a la
seguridad social inferior a los registros de 2011.
En 48 de los 54
destinos urbanos analizados, el volumen de empleo vinculado a la actividad
turística se redujo en 2012, lo que supone un descenso de-10.409 afiliados
menos (un -3,8%) que en 2011, explicado por el descenso de la afluencia y el
gasto en destino, que ha generado un deterioro de las cuentas de resultados de
los negocios vinculados a la actividad turística.
En los 50
destinos vacacionales estudiados, el aumento de los ingresos no se ha
trasladado con la misma intensidad a la generación de empleo (se incrementa un
+1,0%, lo que supone +1.833 nuevos empleos), debido al carácter temporal de la
mejora de los ingresos descontado por los empresarios --por su vinculación a
los avatares de los competidores del Mediterráneo Oriental--, la menor
propensión al consumo en destino de los turistas recibidos y al hecho de que
las mejoras se hayan debido a incrementos en las tarifas y no en la ocupación,
por lo que en muchos casos no se ha requerido de más personal.