El Consejo Regulador de la Denominación
de Origen Ribera del Duero ha otorgado la calificación de “Muy buena” a su cosecha
de 2012. La Cosecha 2012, siguiendo la
tónica habitual en la Ribera del Duero, ha estado notablemente condicionada por
los rigores climáticos acaecidos en la Denominación de Origen. La brotación de
la vid, en los albores de la primavera, estuvo marcada por temperaturas
frescas, dando paso a precipitaciones generosas y fuertes calores durante el mes
de mayo. El ciclo vegetativo estuvo caracterizado por la sequía generalizada
del verano, aunque puntualmente las lluvias hicieron acto de aparición en dos
momentos clave, como son la elongación de los pámpanos y el inicio de la
maduración.