
Como ya
suele ser habitual, la cata de la Guía Peñín se realizó a botella vista, al no
tratarse de una cata ciega, sin que al catador se le ofrezca ningún tipo de
información a mayores de las marcas que son objeto de cata.“Nuestra
intervención se limitará a contestar las preguntas que puedan surgir de
carácter técnico o sobre la vendimia”, explicó el director del Órgano de
Certificación del Consejo Regulador, Agustín Lago. En cuanto a las marcas que
están siendo catadas, Lago explicó que abarcan todas las tipologías y
variedades, aunque mayoritariamente son la añada 2012, también 2011, y también
alguna elaboración especial o espumoso.
El catador valoró la fase visual,
olfativa, y gustativa de cada marca y
puntúa
en base al criterio anglosajón,
entre 50 y 100 puntos, cuanto mejor es el vino en todas sus fases, mayor es su puntuación. El Consejo Regulador puso a disposición de
la Guía Peñín tanto las instalaciones del Pazo de Mugartegui como
las marcas que están siendo objeto de cata para facilitar el trabajo a este
equipo.
La Guía Peñín de los Vinos de
España, traducida al inglés y alemán, es una de las publicaciones de vinos de
España en el mundo. Con más de veinte años de trayectoria se ha
convertido en un manual auténtico y veraz, referente de los vinos españoles
dentro y fuera de nuestras fronteras.