
En los restaurantes y bares el descenso medio del gasto de las familias se redujo un 7,4% respecto a 2011, que se amplía hasta un 18,9% comparando con el año 2006. En alojamiento el descenso fue de un 8% respecto a 2011 y de un 13% con relación a 2006.
El gasto en alojamiento, restaurantes y bares se encuentra entre los grupos a los que los hogares destinaron la mayor parte de su presupuesto, representando un 8,7% del total, por lo que se sitúa en cuarto lugar en gasto por detrás de vivienda, agua, electricidad y combustibles; alimentos y bebidas no alcohólicas y transportes.