Andalucía se ha convertido por vez primera en la comunidad
más exportadora del país en el ámbito agroalimentario. Los más de 4.100
millones facturados durante el primer semestre del año suponen el 22,5% del
total de ventas de la nación, una cifra que ha permitido arrebatar el liderazgo
que tenía Cataluña en este campo. Este hito era impensable hace apenas unos
años, cuando la huerta andaluza era la despensa de Europa aunque el valor
añadido se lo llevaban otras comunidades que exportaban los productos adquiridos
en Andalucía.
El momento dulce que vive la agroindustria andaluza, que
acapara una cuarta parte del total de exportaciones de la comunidad, se ha
podido comprobar la última semana en la feria Andalucía Sabor, uno de los
principales escaparates para la internacionalización de las empresas. Los más
de 1.300 encuentros comerciales mantenidos entre distribuidores, cadenas y
centrales de compras, operadores de hostelería y restauración o representantes
de la alta gastronomía de una docena de países ponen de manifiesto el
crecimiento de la vocación exportadora de estas industrias.
De las 5.000 industrias agroalimentarias censadas en la comunidad 2.942 venden
al exterior, aunque el 90% de las exportaciones lo acaparan la mitad de esas
empresas, que son las que lo hacen de modo regular en los últimos años.
Las
industrias aceiteras, de frutas y verduras y las cárnicas han sido las más
representadas en Andalucía Sabor. Firmas como Castillo de Canena, que destina a
la exportación el 85% de su producción de aceite de alta gama; la Indicación
Geográfica Protegida Tomate La Cañada, que vende a la UE la mayoría de su
producción; el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jamón de Huelva,
que ha podido comprobar cómo el jamón andaluz empieza a desbancar al italiano
en el pujante mercado norteamericano; o los vinos de Jerez o Montilla-Moriles,
un sector que exportó un 3% más el último año.