Entre las
principales tareas encomendadas a los Consejos Reguladores está la del control y certificación de sus productos. Pero la normativa
europea ha querido que la función de los Consejos Reguladores se centre
en la certificación de sus productos amparados.
El CRDO Rías Baixas ya
empieza en esta vendimia 2013 a poner en marcha el espíritu europeo, a través
del cual, paulatinamente, irá dejando de ser un órgano exclusivamente
de vigilancia para centrarse en
la certificación, dando más responsabilidad a los operadores, aunque sin dejar
de lado el control.
En la presente vendimia el Consejo Regulador cuenta con 72 veedores,
alguno menos que la pasada campaña. El motivo de esta reducción obedece, entre
otras razones, a que tres de ellos se han reconvertido a
auditores y participarán, por primera vez, en una experiencia piloto
que este año el Consejo Regulador Rías Baixas ha puesto en marcha en la
denominación y cuyo objetivo será el de verificar que todos los operadores
cumplen los requisitos establecidos en el Pliego de Condiciones de la D.O.P. Rías
Baixas y en el Manual de la Calidad del Consejo Regulador y su documentación
asociada. Para ello, el Órgano de Control y Certificación eligió un grupo de 27
bodegas en las cuales, por primera vez, se sustituye el control por la auditoría de
vendimia.