Un equipo
de investigadores de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de México han desarrollado una nueva línea de
envases activos para frutas y hortalizas que tienen la propiedad de alargar la
vida de los alimentos —liberan sustancias antifúngicas que evitan que los
hongos degraden y causen enfermedades— y que, además, son comestibles, al estar
elaborados a partir de productos naturales.
El grupo de
investigación, compuesto por tres estudiantes dirigidos por la doctora María
Andrea Trejo, titular del proyecto, ha obtenido gracias a este trabajo el
Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos 2006 (PNCTA), otorgado por el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología de México.
“Este
proyecto surge de la necesidad que tiene el país como gran productor de frutos
y hortalizas en donde más del 45% de estos alimentos se pierde por mal manejo,
mala conservación y mala manipulación, desde que el productor llega al
consumidor”, declaraba la directora del estudio, María Andrea Trejo, al diario
mexicano La Crónica.
Los envases
están fabricados a partir de materias primas comestibles, como, por ejemplo, el
mucílago del nopal, un producto que se obtiene al cortar y cocer el nopal,
detalla la doctora Trejo: “Esta sustancia gelatinosa tiene grandes propiedades
nutritivas. Nosotros la obtenemos y secamos, después la utilizamos como matriz
para elaborar estos envases a los cuales les añadimos compuestos naturales
antifúngicos, obtenidos de plantas típicas mexicanas como orégano, damiana,
eucalipto, romero y gobernadora”.