
Este aumento, sin embargo, no logra compensar la caída de
los vinos sin DOP y de los espumosos y cavas, que llevan a una pérdida global
del consumo de vino en alimentación del -3,7% en valor y del -6,5% en volumen,
con un aumento del precio medio del 3% hasta los 2,36 euros/litro. Consultar el informe completo en OEMV.
El aumento de vino con DOP contrasta con el descenso que esta bebida registra en los restaurantes, algo que debería hacer reflexionar a los hosteleros que en muchos casos multiplican por tres el previo del vino en sus cartas a pesar de que no se trata de un producto perecedero. Esta política de los restauradores incomoda a los bodegueros quienes, no obstante, mantienen silencia al respecto por temor a represalias del sector.