Santo André, un auténtico Cebreiro

Carlos Reija elabora sino el mejor uno de los mejores quesos de Galicia, el Santo André, al amparo de la DOP Quexo do Cebreiro, que es una auténtica delicia. Se trata de un queso artesanal que nada tiene que ver con los industriales, pleno de sabor y con esa punta de acidez característica; uin queso como los de toda la vida de O Cebreiro auténtico, nada comparable con los que les venden en la actualidad a los peregrinos en localidades como Pedrafita, sucedáneos mal logrados de lo que es un auténtico Cebreiro.

Bueno, pues el amigo Carlos Reija elabora otra delicia, un queixo curado de O Cebreiro (piezas de 5 quilos) que tendremos la ocasión de probar en breve y contar y cantar sus excelencias organolépticas. A pesar de haber logrado un producto de excelencia, de los que hacen país, se encuentra con las trabas administrativas que supone un reglamento de la D.O. que estipula que las piezas no podrán sobrepasar los 2 kilos, en vez de preocuparse que los productos elaborados rocen la excelencia.

Este quesero -que no procedía del mundo del queso- se empapó en las técnicas ancestrales de elaboración de O Cebreiro, aprendió de mujeres que ya andan por los 80 años (que también es I+D+i) y combinó esos saberes con la tecnología. El resultado, un queso magistral. Lo mismo que el yogur, auténtico, con las lactobacterias activas, lo que se dice un yogur bio, no los industriales que de bio no tienen nada por mucho que insistan en los anuncios televisivos.