Tras dos años de investigación y la ayuda de dos organismos
de tecnología alimentaria han hecho posible que un equipo de seis jóvenes
emprendedores españoles crease y comercialice un vino azul. Cousas veredes.
La creatura se llama Gïk, tiene un sabor más dulce y un color
azul índigo, y sus impulsores lo definen como “suave y apto para cualquier
paladar”, añadiendo que este novedoso vino “no se adapta al gusto de expertos
catadores ni entendidos del sector, sino al de personas normales. Es dulce y
fácil de beber, con un sabor accesible a todos”.
Sus mentores aseguran que “mientras todas las variedades de
vino exi
stentes se aferran a normas tradicionales sobre cuánto, dónde y con qué
comidas beberlos, Gïk carece de reglas. Se bebe en el momento, lugar y
situación que apetece”.
Por otro lado y gracias al heladero gaditano Carlos Sancho,
el mundo de la gastronomía cuenta con un nuevo helado transgresor: el primer
helado de vino azul. La heladería gaditana Per Piacere ha desarrollado un nuevo
sabor a partir de esta bebida: un helado dulce, con toda la esencia de Gïk y de
un llamativo color azul.