Ha fallecido, inesperadamente y de forma repentina, el restaurador coruñés Eduardo Pardo. Ha sido protagonista destacado en la innovación, junto con su esposa Ana Gago en los fogones, de la cocina gallega típica y tradicional.
"Transformó la taberna marinera heredada de sus padres en un top de la restauración herculina, la imagen de la modernidad en el cambio de siglo", destacó el crítico Guillermo Campos, que siguió estrechamente el nacimiento y evolución del "grupo Xantares", que el finado llegó a presidir.
El restaurador acababa de jubilarse y estaba descansando unos días en las Islas Canarias, donde le sorprendió la parca. Aunque "Casa Pardo" lleva cerrada algunos años, Eduardo, el hijo de ambos -ha "llevado" el Domus" en la última etapa- asegura la continuidad de la marca de referencia en la cocina coruñesa con recorrido.