Medio centenar de personas participaron ayer por la noche en la jornada de degustación y maridaje en el Casino La Toja del Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas (CRIIGG) Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia. Una cita en la que no faltaron los detalles que confirmaron el lema “Eu, de etiqueta” con el que se trata de sensibilizar al público sobre la importancia de la contraetiqueta, para tener constancia del origen y control de un producto en este caso los Aguardiente y Licores de Galicia, así como la etiqueta para saber que no es un destilado fraudulento.
La destiladora de la empresa Viña Blanca del Salnés, Sonia Otero, inició la cata ciega planteada a los asistentes en el Salón Alea del Casino de La Toja con un plato con diferentes hierbas con el objetivo de agudizar el sentido del olfato e identificar alguno de los olores.
Luego propuso a los asistentes convertirse en jueces durante una hora del Concurso de Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia. Para ello se cataron los destilados gallegos (tres aguardientes de orujo, dos licores de hierbas y dos licor café) con contraetiqueta ganadores de la edición de 2016, el jurado allí reunido eligió los Potes de Ouro y de Prata de las diferentes categoría: “La idea es por un momento ponerse en la piel de los catadores y ver lo difícil de su labor” explicó Sonia Otero.
Además para demostrar al público la importancia de la temperatura y la copa en el consumo de los destilados gallegos, Otero propuso catar los mismos destilados en la copa tulipa, adecuada para este tipo de productos y utilizada por el Consejo Regulador, a una temperatura de frigorífico y, también, en vaso de chupitos a temperatura de congelador. Con esta práctica los participantes pudieron comprobar ‘in situ’ la pérdida de aromas y de gusto en su paso por boca de los destilados servidos en chupitos.