Santiago se vistió de gala para celebrar la noche más esperada, con la Praza do Obradoiro ateigada de xente. Ese espectáculo de luz, sonido y piroctenia que caracetriza la noche de 24, víspera del día grande de Galicia. La fachaza del Pazo de Raxoi fue un gran lienzo en el que las pinceladas fueron dándole color a los recuerdos y a la historia compostelana, su crónica hecha espectáculo.
Los casi los 440 quilos de pólvora pusieron la banda sonora que iluminó en cielo compostelano y especialo resultó también el momento en el que las pandereteirasde Cantigas e Agarimos asomaron al balcón de Raxoi y pusieron unha nota folclórica al viaje histórico que se proyectaba sobre el gran lienzo de la fachada del edificio, por momento en llamas virtuales.