
Precisamente, Ángeles Vázquez señaló que el Diario Oficial de Galicia(DOG) ha publicado recientemente la decisión favorable para la inscripción de esta IXP en el registro de productos amparados con un indicativo de calidad. Y anunció que, una vez realizado este trámite a nivel nacional, la Xunta enviará el expediente al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, para su posterior remisión a la Comisión Europea, con vistas al amparo de la Indicación en el campo comunitario.
El pliego de condiciones de la Indicación Geográfica Protegida señala que el pan gallego es de corteza dura y triscante, miga esponxosa y alveolado abundante e irregular, que se elabora de forma artesanal con harina de trigo blando, de la cual una parte –al menos un 25% del total– debe proceder de trigos cultivados en Galicia, pertenecientes a variedades y ecotipos autóctonos gallegos.
Además, su elaboración se caracteriza por la utilización de masa madre y de una elevada cantidad agua, así como por los largos tiempos de fermentación y cocción, esta última siempre en hornos con solera de piedra u otros materiales refractarios. El pliego de condiciones establece también los diferentes formatos tradicionales que se admiten, los rangos de pesos que pueden tener las piezas y define las características de la corteza y de la miga, así como el aroma y sabor del producto.