
Esto prueba que el objetivo y la mentalidad de los Colleiteiros no ha cambiado en estos últimos 20 años, ya que se trata de un colectivo de pequeños productores que no puede competir en precio pero si en calidad.
Una de las nuevas normas que incorporarán para la obtención del distintivo es la obligación de etiquetar los vinos en en galego, sin que ello sea incompatible con la presencia de otros idiomas, ya que aproximadamente la mitad de los miembros de la asociación exportan al extranjero.
La creación del distintivo, registrado desde 2015 como marca colectiva en la Oficina Española de Patentes y Marcas, parte como una necesidad constatada a la hora de asistir a las ferias internacionales.