Ayer arrancó el 5º Concurso de Tapas de Vigo, organizado por la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Pontevedra FEPROHOS, en colaboración del Concello de Vigo, y con el objetivo de poner en valor la gastronomía de la ciudad de Vigo, y fomentar el consumo entre los hosteleros.
En esta edición hay 62 petiscos que decubrir y puntuar hasta el 11 de noviembre, en otros tantos establecimientos vigueses. A tener en cuenta que también se valorará la calidad del servicio, además del precio, presentación y sabor, y que para que el voto del público sea válido son necesarios cinco sellos de los locales participantes.
El Petisquiño 2018 se distribuye en cinco zonas Casco Vello, Centro, Casablanca, Náutico-Praza de Compostela y Bouzas, y el precio de las tapas del Petisquiño no es único, oscilando el coste entre 1,50 a 4,50 euros.
Un jurado profesional premiará la mejor tapa, la más popular y al mejor maridaje con un vino de Viñaredo. También serán reconocidas la más riquiña, la más tradicional y la de mayor innovación.
Petisquiño nació con el animo de convertirse en un referente en el calendario gastronómico y turístico de Vigo, junto a otros eventos ya consolidados. El nombre recuerda a término tapa en gallego (“petisco”) con el guiño diminutivo que a todos nos transmite cercanía y confianza. Tanto los colores, como la utilización de una oliva en el logotipo, evoca al origen de ciudad “olívica” de Vigo.