HILO DIRECTO con Carlos Fariña, director del Área Doce de Reyvi


El Área Doce de Comercial Reyvi lleva años impartiendo cursos de pastelería y hostelería, una actividad formativa que ha incorporado la figura de Carlos Fariña como director técnico. Con él hablamos de la nueva temporada que se estrenó con un curso de elaboraciones con castaña de Galicia. 

¿Cómo funciona la formación ofrecida por el Área Doce de Reyvi?

Hacemos programación semestral. Programamos la primera parte del año hasta junio, luego el verano  paramos porque es época de mucho trabajo tanto en panadería como en hostelería, y ahora estamos con el segundo semestre. Hasta ahora organizaban los comerciales los cursos pero ahora se ha creado mi figura como director.

¿Qué tipo de actividades se organizan?

Muchas son demostraciones de empresas de las que distribuimos producto, otras son igual demostraciones de un pastelero que queremos que venga que nos parece interesante y lo contratamos directamente.

¿Y para esta nueva temporada que tenéis planeado?

Esta temporada tuvimos la primera que fue una demostración con castaña de Galicia, luego tuvimos un curso de pasteles de viaje. Ahora viene  una demostración técnica de una empresa que vende maquinaria para restaurantes digamos top: espumas, ahumados… Tendremos dos jornadas con una empresa que distribuye muchos productos que es Corman, una empresa de mantequillas. Va a venir un pastelero de Cataluña, Luis Costa y va a hacer una jornada de bollería gourmet y una de otras elaboraciones con mantequilla: cake, galletas, bizcochos…

¿Qué se pretende con todas estas actividades?

El objetivo es apoyar a los clientes, formación… Que conozcan lo que se hace en otros sitios, las novedades de nuestras empresas representadas y de algún pastelero que despunte, alguna técnica nueva…  Queremos poder darle asesoramiento durante todo el año a los clientes.

¿Están abiertas a todo tipo de público?

Nosotros hacemos un folleto y lo valoramos por niveles. Dividimos entre pastelería y restauración para empezar, para enfocarnos un poco al cliente. Hay actividades un poco más abiertas a todo el mundo y algunos cursos orientados a alta gastronomía, cosas como nitrógeno etc... Entendemos que una taberna de un pueblo no va a estar interesada en esas técnicas, también enfocamos un poco el cliente a la hora de ofrecerle el curso.