La D.O. Ribeira Sacra es la primera, por el momento, que acaba de incluir en su pliego de condiciones la elaboración de vinos rosados; y, Lara Santos, es la directora de comunicación y marketing de la bodega Alma das Donas, una de las pioneras de esta comarca vinícola en elaborar vino rosado
-¿Podemos decir que sois pioneros en la elaboración de rosados en Galicia y en Ribeira Sacra?
-Que conste que no somos los únicos, pero sí somos pioneros en la apuesta comercial por los rosados, pues ya tenemos en el mercado el Alma Lola, que no lleva la contraetiqueta del Consello Regulador porque en el momento que lo lanzamos no estaba todavía autorizado. Las próximas añadas ya sí estarán amparadas y dentro de la D.O.
-Qué futuro le auguras a los rosados gallegos?
-En nuestro caso le auguro un futuro prometedor y un presente que nos ha sorprendido gratamente por la gran acogida que ha tenido nuestro vino, un rosado 100% mencía, del que hemos elaborado 2.000 botellas.
-¿Podemos decir que un rosado es un vino con las características de un tinto y la frescura de un blanco?
-Esa es una buena definición de un rosado, vinos ligeros, frescos, fáciles de beber, aunque si te tapas los ojos se perciben fácilmente las características sápidas de la uva mencía. Diría que es un vino iniciático, del gusto quizás de un público más joven. Ideal para el verano, porque no también en Navidad.
-¿Las variedades autóctonas gallegas son adecuadas para elaborar rosados?
-Sin duda, variedades como la mencía o la merenzao son muy adecuadas para elaborar rosados, pues aportan carácter juvenil e intensidad armática.