El alcalde de Santiago insiste en la importancia de celebrar las Fiestas del Apóstol 2020 y afirma que solo un rebrote de coronavirus obligaría a suspender los actos y actividades que se llevarán a cabo. “Só se contempla unha suspensión no caso de que houbera un rebrote, o cal sería un desastre sanitario e un desastre económico”, matiza Xosé Sánchez Bugallo.
El regidor de la capital gallega incide en que es una fecha muy importante y que desde el Concello pondrán todos los medios para festejarla como se merece, eso sí, teniendo en cuenta la situación, que impide las celebraciones masivas.
Sánchez Bugallo apela al aspecto emocional para describir el significado de estos festejos, y entiende que, después de tantas semanas de confinamiento, su celebración sería un plus de energía para los ciudadanos y un impulso muy importante para el sector turístico.
En este sentido, la intención del gobierno local es organizar una programación que se adapte a las normas de seguridad que se han establecido por la pandemia. La idea es acotar espacio en el entorno de la Catedral con el objetivo de que algunas personas sí puedan, por ejemplo, seguir in situ el espectáculo de los Fuegos.
De esta forma, y siempre respetando las distancias establecidas para garantizar la seguridad, podrían entrar en el Obradoiro un máximo de 800 personas, un número muy inferior a los 15.000 que se reúnen habitualmente en la noche del 24 de julio.
Estas limitaciones también afectarían, claro está, a las actuaciones que se desarrollan al otro lado de la Basílica, en la praza da Quintana, y que suelen contar con una nutrida afluencia de público todos los años, así como en otros espacios de la ciudad que también forman parte del programa del Apóstol.