Las previsiones apuntaban a que podría ser una vendimia más abundante, pero finalmente los racimos no pesaron todo lo esperado. Como explica el director técnico del Consejo Regulador, Agustín Lago, “lo relevante es el óptimo estado de la uva a su entrada en bodega, también el hecho de que la meteorología acompañó para que se pudiera recoger en el momento idóneo de maduración, así como de forma ordenada y con tranquilidad”.
La vendimia en la D.O. Rías Baixas comenzó el pasado 27 de agosto y finalizó el 2 de octubre: “los trabajos de recogida se iniciaron un poco antes de lo habitual en nuestra denominación y se desarrollaron prácticamente durante el mes de septiembre” explica Agustín Lago. Las expectativas para los vinos son buenas, “Los mostos destacan por su intensidad aromática y equilibrio, o sea, su compensada acidez con la graduación,” añade el director técnico del Consejo Regulador.
La vendimia comenzó con la recogida de las variedades destinadas a la elaboración de los vinos espumosos de calidad, luego le siguieron las uvas blancas, especialmente la Albariño, cuyo ciclo vegetativo es más corto y su maduración más temprana. Finalmente se dio paso a las tintas y vendimias tardías.
En la D.O. Rías Baixas, las variedades blancas representan el 99,08% de la uva recogida, abanderadas por la Albariño que superó los 33 millones de kilos, y seguida por la Caiño Blanco, la Loureira y la Treixadura. Las variedades tintas representan el 0,92% del total, con la variedad Sousón como principal y, seguida por la Mencía y el Caiño Tinto.
En cuanto a la producción por subzonas, decir que el Val do Salnés continúa siendo la de mayor producción con una representación del 64%, seguida por el Condado do Tea con un 21% y O Rosal con el 9,3%.
En la presente campaña de vendimia participaron 159 bodegas elaboradoras. Un total de 4.687 viticultores recogieron uva en las 4.090 hectáreas de superficie productiva inscritas en la Denominación de Origen Rías Baixas.