El conselleiro de Cultura, Educación y Universidad, Román Rodríguez, junto al obispo de la Diócesis de Lugo, Alfonso Carrasco, visitaron la iglesia del monasterio de San Francisco de Lugo, actual iglesia de San Pedro, donde la Xunta de Galicia acaba de finalizar una de las mayores actuaciones de restauración hechas por el Gobierno gallego en un Bien de Interés Cultural.
En la presentación, Román Rodríguez, que estuvo acompañado por el delegado territorial de la Xunta en Lugo, Javier Arias, celebró que la actuación de la Administración autonómica permita que uno de los bienes más singulares del patrimonio lucense “tenga una nueva vida después de más de 700 años de su construcción”. “Estamos ante una de las iglesias más significativas de Galicia por su calidad arquitectónica y artística y, por lo tanto, ante un bien de especial importancia tanto para Lugo como para toda la Comunidad”, añadió. El acto contó además con la actuación musical del cantante Roi Casal.
En este sentido, el conselleiro destacó que la ciudad de la Muralla cuenta con un importante legado histórico y patrimonial “con el que estamos fuertemente comprometidos y en el que debemos seguir actuando para garantizar su mejor conservación”. Prueba de este compromiso de la Xunta son los más de 5 M€ invertidos en los últimos años en una decena de bienes o las más de 60 actuaciones impulsadas por el Gobierno gallego en la Muralla de Lugo desde que fue reconocida como Patrimonio Mundial por la Unesco.
La mayor parte de la intervención hecha en la iglesia de Lugo se centró en la eliminación de las patologías existentes en el bien y vinculadas con la filtración de agua en la zona de la cubierta, en los muros exteriores o en la cabecera del templo. Además, el proyecto se completó con la restauración de los elementos decorativos más singulares que caracterizan a la iglesia como la portada histórica, el rosetón sur, la cornisa de molduras pétreas, el artesonado, los vanos góticos y contrafuertes de las capillas de la cabecera o en elementos escultóricos como la cruz florenzada o el Agnus Dei.
Para conseguirlo, los técnicos implicados en esta intervención hicieron un estudio previo en el que comprobaron el estado del templo para, posteriormente, iniciar un proceso minucioso de restauración y consolidación en el que se solucionaron problemas estructurales y de acceso de pluviales al tiempo que se mejoró la capacidad higrotérmica y se hicieron recuperaciones puntuales de policromía.
Para poder desarrollar los trabajos necesarios, la Consellería de Cultura, Educación y Universidad firmó un convenio de colaboración con la Diócesis de Lugo para la puesta a disposición de los terrenos e inmuebles necesarios para la ejecución de las actuaciones de conservación y restauración en varios inmuebles eclesiásticos, entre los que se encuentra esta iglesia del monasterio de San Francisco de Lugo.