El director de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, José Luis Cabarcos, acompañado por el delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, confirmóla adhesión de la empresa de alimentación Acastrexa al sello de calidad Artesanía Alimentaria, al hacerle entrega de la carta artesana a Paula Patiño, su responsable. Así, esta firma se suma a las cerca de 40 empresas y a las alrededor de 70 personas artesanas inscritas en este distintivo de calidad promovido para diferenciar las producciones del campo y del mar que se elaboran de manera tradicional, así como para proteger sus productores.
Acastrexa, cuyas instalaciones están situadas en Cambre, la empresa nació en 2015 de la mano de Paula Patiño, quien puso en marcha este emprendimiento tras descubrir su verdadera vocación en el mundo de la alimentación. De este modo, creó una red sostenible formada por productores ecológicos de la zona y su propia huerta experimental con el objetivo de favorecer la economía local.
Así, la empresa ofrece al público principalmente conservas de productos artesanales y saludables hechos con ingredientes de primera calidad, sostenibles y sin aditivos. En este sentido, todas las frutas y verduras proceden de la Reserva de la Biosfera das Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, cuya cosecha se realiza en su punto óptimo de madurez e inmediatamente después se procede a su elaboración y envasado. Los alimentos son 100% libres de conservantes, colorantes y gelificantes y son aptos para celíacos, diabéticos, veganos y personas con diversas intolerancias.
Cabarcos destacó que los productos de esta firma de Cambre podrán diferenciarse ahora en el mercado con el sello de Artesanía Alimentaria. Este distintivo garantizará que la obtención de las producciones se rige por la norma técnica pertinente, que recoge una serie de requisitos relativos a las materias primas y a los procesos de elaboración autorizados, a su modo de presentación y a cómo deben ser la rastreabilidad y el control.
Este sello de calidad diferenciada busca promover y proteger a las pequeñas producciones y elaboraciones tradicionales artesanas de alimentos de alta calidad, facilitar la diversificación económica de las explotaciones agrarias y el incremento del valor añadido de las producciones locales y mejorar las rentas y fijar población en los medios rural y litoral. También fomentar métodos tradicionales de elaboración y desarrollar una gama de productos diferenciados de calidad, potenciar circuitos cortos de comercialización que permitan el contacto directo entre las personas productoras y las consumidoras y promover la visibilización y la participación activa de las mujeres en todas las dimensiones de la actividad artesanal alimentaria.