Terras Gauda ensaya la viticultura del futuro incorporando estrategias y técnicas de gestión sostenible en el viñedo, más respetuosas con el entorno y que favorecen una reducción de su huella medioambiental. La vocación de trascender y el apego al terruño guían a la bodega en sus últimos proyectos de I+D+i, con el foco puesto en la sostenibilidad y en la viticultura regenerativa.
El proyecto de cooperación internacional NOVATERRA, de cuatro años de duración y planteado desde una perspectiva interdisciplinar, ha permitido avances en dos cuestiones cruciales para lograr una mayor sostenibilidad en el manejo del viñedo. Se han evaluado y desarrollado productos alternativos de biocontrol sostenibles para proteger la vid de las principales plagas y enfermedades, que minimizan el impacto medioambiental pero garantizan la viabilidad económica en la producción de la cosecha.
Debido a las condiciones climáticas de las Rías Baixas, disponer de productos de biocontrol tiene una especial relevancia porque es una de las zonas más sensibles del panorama vitícola europeo en lo que se refiere, principalmente, a las afecciones causadas por hongos.
Los otros resultados relevantes obtenidos por parte del consorcio de NOVATERRA, en el que han participado 19 centros de investigación, empresas, instituciones y universidades de España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Bélgica, se refieren a nuevas estrategias de manejo del suelo para mejorar la salud del viñedo con menor uso de químicos.
Para alcanzar este objetivo, se han identificado y seleccionado las mejores alternativas, intentando reducir el uso de fertilizantes químicos, herbicidas e insecticidas. El planteamiento ha sido incrementar la biodiversidad y observar su efecto en el correcto crecimiento de la planta. Así se ha conseguido optimizar la fertilización minimizando el uso de nitrógeno hasta en un 30% sin afectar ni a la cantidad ni a la calidad de la cosecha.
Entre las nuevas estrategias de manejo del suelo, se ha ensayado la implementación de cubiertas vegetales y florales para fortalecer el control biológico de las plagas que afectan al viñedo gracias a un aumento notable de la biodiversidad. Desde la bodega explican que “hemos podido identificar un mayor número de depredadores que, de forma natural, actúan contra los insectos-plaga que atacan el viñedo”. El proyecto NOVATERRA ha sido financiado por la Unión Europea a través del Programa Horizonte 2020.
Las prácticas agrícolas sostenibles repercuten positivamente en el terruño, crucial en la singularidad de los vinos de la bodega, con una personalidad creada desde el vínculo al territorio; de ahí el interés de la bodega en fijar una hoja de ruta enfocada a preservar su legado vitivinícola a través de la investigación y el desarrollo, como aliados clave para una mayor sostenibilidad. Desde el máximo respeto a la tradición, en 2023 completó el programa internacional FlexiGrobots, con el que ha logrado avanzar en la gestión sostenible del viñedo incorporando la inteligencia artificial, la robótica y el big data.